TORRIJAS, COMO LAS DE MI MADRE
INGREDIENTES
- 1 barra de pan (de un día o dos antes)
- Un litro de leche
- 150 gr de azúcar
- Zeste de naranja o limón,
- 1 ramita de canela
- Vainilla (en vaina o en asencia)
- 3-4 huevos
- Aceite de oliva virgen extra de sabor suave para freír.
- Miel y agua
ELABORACIÓN
Poner la leche
en un cazo con el azúcar, el zeste, la canela y la vainilla al fuego y cuando
rompa a hervir, apagar el fuego, tapar el cazo y dejar infusionar los aromas.
Reservar la leche hasta que se enfríe, colar a un recipiente plano de bordes
bajos
Batir los
huevos, añadir un poco de leche infusionada y volver a batir. Cortar el pan en
rebanadas de unos dos centímetros y poner abundante aceite en una sartén para
freír, pero que no esté excesivamente caliente.
Bañar las
rebanadas de pan en la leche, darles la vuelta para que se impregnen bien pero
que no chorreen. Pasarlas después por el huevo batido y de ahí a la sartén. Freír
las torrijas por los dos lados hasta que estén doradas y retirar sobre papel de
cocina absorbente.
Una vez que
las torrijas están fritas, introducirlas en la sartén limpia donde hemos
preparado un baño de miel y agua, escurrir.
Dejar enfriar
las torrijas antes de su degustación
CONSEJOS Y VARIACIONES
Normalmente se
suelen espolvorear con azúcar y canela, pero si no las habéis probado de esta
manera quedan estupendas, mi madre siempre las ha hecho así.
Este es un dulce típico en la celebración de Semana Santa, y
aunque su origen es humilde, pues era una forma de aprovechar el pan que no se
consumía porque se reducía el consumo de carne, además de ser un alimento
energético que apaciguaba las ganas de comer en días de abstinencia, hoy es un
dulce del que se puede disfrutar tanto en su versión clásica como en la más
creativa.
Para ello, una vez frías, las hemos cortado con un molde pequeño redondo y espolvoreado azúcar glas sobre una plantilla en forma de luna. Menta
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