domingo, 22 de febrero de 2015

TORRIJAS, COMO LAS DE MI MADRE



INGREDIENTES

  • 1 barra de pan (de un día o dos antes)
  • Un litro de leche
  • 150 gr de azúcar
  • Zeste de naranja o limón,
  • 1 ramita de canela
  • Vainilla (en vaina o en asencia)
  • 3-4 huevos
  • Aceite de oliva virgen extra de sabor suave para freír.
  • Miel y agua


ELABORACIÓN

Poner la leche en un cazo con el azúcar, el zeste, la canela y la vainilla al fuego y cuando rompa a hervir, apagar el fuego, tapar el cazo y dejar infusionar los aromas. Reservar la leche hasta que se enfríe, colar a un recipiente plano de bordes bajos
Batir los huevos, añadir un poco de leche infusionada y volver a batir. Cortar el pan en rebanadas de unos dos centímetros y poner abundante aceite en una sartén para freír, pero que no esté excesivamente caliente.
Bañar las rebanadas de pan en la leche, darles la vuelta para que se impregnen bien pero que no chorreen. Pasarlas después por el huevo batido y de ahí a la sartén. Freír las torrijas por los dos lados hasta que estén doradas y retirar sobre papel de cocina absorbente.
Una vez que las torrijas están fritas, introducirlas en la sartén limpia donde hemos preparado un baño de miel y agua, escurrir.
Dejar enfriar las torrijas antes de su degustación



CONSEJOS Y VARIACIONES

Normalmente se suelen espolvorear con azúcar y canela, pero si no las habéis probado de esta manera quedan estupendas, mi madre siempre las ha hecho así.


Este es un dulce típico en la celebración de Semana Santa, y aunque su origen es humilde, pues era una forma de aprovechar el pan que no se consumía porque se reducía el consumo de carne, además de ser un alimento energético que apaciguaba las ganas de comer en días de abstinencia, hoy es un dulce del que se puede disfrutar tanto en su versión clásica como en la más creativa.
Para ello, una vez frías, las hemos cortado con un molde pequeño redondo y espolvoreado azúcar glas sobre una plantilla en forma de luna. Menta


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